Aunque fue, con toda seguridad, el judío mejor posicionado de la época, ya que desde muchacho fue parte de la corte babilónica, no por eso se acomodó a una situación que parecía la ideal.
Mi nombre es Jacobo. Junto con Juan mi hermano tuvimos el privilegio de vivir infinidad de momentos únicos al lado de Jesús. Me pidieron que relate alguno de los hechos que más impacto me causaron.
Levantó los ojos, se puso de pie, reunió tanto valor como le fue posible y se aventuró a las pobladísimas calles de Sicar. Su paso apresurado y nervioso la conducía entre las casas de piedra y adobe que adornaban la pintoresca ciudad.
Esa tarde de primavera no se parecía en nada a todas las demás. El sol rodaba lentamente hacia su ocaso y los tonos rojizos invadían poco a poco el cielo de Jerusalén. Mientras tanto ellos emprenden el viaje que los llevará a su hogar. Ambos llevan la mirada perdida. Sus ojos cargados llevan el peso de la angustia y...
